EL NUEVO DIARIO; SANTO DOMINGO.- La República Dominicana, al igual que todo el mundo, está atravesando por una situación nunca vista en la historia de la humanidad, fruto de la pandemia COVID-19. Un escenario aún en desarrollo que ha modificado la vida, tal cual la conocíamos y amenaza como nunca, establecer un nuevo manejo en nuestras relaciones personales. Lo que, hasta hace un mes, nos parecía un total absurdo, hoy es una muy dura realidad.
Contexto mundial COVID-19
Las proyecciones mundiales indican que mañana jueves 2 de abril, como humanidad rebasaremos el 1,000,000.00 de infectados oficiales y los 50,000.00 fallecimientos; y todo luce indicar que, de continuar las proyecciones oficiales de las 203 naciones afectadas a la fecha; culminaremos el mes de abril con aproximadamente 3,000,000.00 de infectados y podríamos llegar a los 200,000.00 fallecidos en todo el mundo.
En Latinoamérica y el Caribe, ya inicia el ascenso de los infectados y las complicaciones en los sistemas de salud, siendo: Chile, Ecuador, Perú, República Dominicana, México, Panamá, Colombia y Argentina en ese orden respectivamente; quienes lideran en número de infectados la región, todos por encima de los 1,000 infectados.
Si analizamos los siguientes datos: Población por país; no. infectados; no. Fallecidos; medidas adoptadas y ponderamos el factor común del tiempo afectados por la epidemia (1 mes en la región). República Dominicana lidera toda la región en porcentajes de mortalidad con un 4.4%, al igual que en número de apresados con 21,065 (en tan sólo 12 días); por violentar el toque de queda establecido en el país.
Situación República Dominicana
En el contexto local la situación es bastante delicada, tomando en consideración que nuestro primer caso positivo fue justamente hace un mes (1 de marzo) y que a pesar de tomarse medidas al respecto mediante el decreto 135-20 de fecha 20 de marzo y la declaración de emergencia nacional, que impuso el toque de queda inicial de 8:00 pm a 6:00 am por 15 días y su ampliación posterior de 5:00 pm a 6:00 am (13 horas), hasta el próximo viernes 3 de abril.
La realidad es que según cifras oficiales tenemos 1,284 casos confirmados; 57 fallecidos; 1,071 en aislamiento domiciliario; 2,418 casos descartados; 147 en aislamiento hospitalario y 9 recuperados. (Situación al día 31/03/2020) datos Salud Pública).
Es decir, que desde la adopción de las medidas en fecha 20/03/2020 al día de ayer 31/03/2020, experimentamos un ascenso en los casos positivos de 1,212 (pasando de 72 a 1,284 casos positivos en tan solo 11 días); para un promedio de 110 casos positivos por día.
Basándonos en las informaciones oficiales del Ministerio de Salud Pública, podemos calcular un aproximado del número de pruebas que realizamos como país por día; sumando los casos confirmados a la fecha 1,284 y los casos descartados 2,418 a la fecha; tendríamos un total de 3,702 pruebas realizadas a la fecha. Si dividimos ese número entre 11 días, tomando como parámetro hipotético que las pruebas se iniciaron de forma amplia el día 20/03/2020; obtendríamos el dato de 336 pruebas por día en el país.
Por otro lado, tenemos una situación crítica, que nos explota en la cara y es el alto irrespeto al toque de queda establecido; lo que ha significado hasta el día 31/03/2020 el apresamiento de 21,065 ciudadanos, para un promedio de 1,755 por día (12 días toque de queda).
Sin lugar a duda, el mundo vive momentos difíciles, aún más críticos para naciones en vías de desarrollo como la nuestra; momentos donde como nunca se hace necesario la solidaridad y el respeto de las normas; como única vía de parar la hemorragia de contagios que nos ocupa. Esta realidad nos genera las siguientes interrogantes:
¿Se están llevando protocolos para evitar promover más el contagio, en el afán de hacer cumplir la ley? ¿Se están fiscalizando estrictamente los 1,071 casos positivos que están en sus hogares hoy en día? ¿Se están realizando la cantidad de pruebas necesarias por día? ¿Estamos preparados a nivel hospitalario, para afrontar lo que podría venir en 30 días de continuar este ritmo?
Es evidente que nuestra cultura de irrespeto a las leyes, aupada por décadas; hoy nos cobra factura, en momentos donde es vital el esfuerzo de todos y donde la negligencia de unos pocos puede prolongar la crisis.
Es necesario fortalecer el régimen de consecuencias, la situación requiere de autoridades firmes y de un liderazgo responsable; el pedimento de cuarenta 24 horas por un periodo de tiempo busca detener la propagación comunitaria.
El gobierno debe generar un debate sincero sobre la necesidad de aplicar la cuarentena 24 horas, generar un diálogo abierto, invitar a todos los sectores y juntos buscar una solución.
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