EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- La muerte a tiros del presidente haitiano, Jovenel Moïse, no solo ha creado un vacío de poder y ha hundido a ese país en la incertidumbre y la confusión, sino que ha puesto en jaque los acuerdos alcanzados por el extinto mandatario y su par dominicano, Luis Abinader.
Así las cosas, hay un tema candente que también queda en veremos: la construcción escandalosa de un canal en Haití para desviar el río Masacre. La República Dominicana crucifica esa obra alegando que desconoce el Tratado Domínico-Haitiano de 1929 y perjudicaría a los productores fronterizos dominicanos.
Ambos presidentes se reunieron el domingo 10 de enero en El Carrizal de Elías Piña. Entonces publicaron la misma foto, donde aparecen juntos, en actitud de camaradería y joviales.
Abinader informó que los temas abordados concernían a migración, comercio, aduanas, seguridad, energía y otros. Días después, el canciller Roberto Álvarez detalló los nueve puntos acordados:
-Trabajar unidos para fortalecer el Registro civil de Haití identificando a los ciudadanos haitianos que residen en RD;
-Captar ayudas internacionales para la construcción de hospitales en Haití;
-Acometer la delimitación de las fronteras marítimas;
-Adoptar, cada uno en su propio territorio, medidas para implementar tecnologías sofisticadas y suprimir el movimiento migratorio irregular, el tráfico humano y otras actividades ilícitas;
-Colaboración mutua en los ámbitos de energía, producción agrícola e industrial y otras áreas;
-Laborar juntos para robustecer y afianzar la seguridad y la vigilancia fronterizas, y cooperar en la aplicación de controles;
-Continuar las negociaciones para cristalizar un acuerdo comercial general;
-Trabajar recíprocamente para la interconexión enérgetica; y
-Cultivar la producción de productos biodegradables para cuidar el medio ambiente.
¿Qué pasará ahora, después del magnicidio?-
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